El mundo ha cambiado
(Ante todo, tranquilos, este NO es otro post más sobre Michael Jackson, con dos es suficiente ;p)
El otro día estaba yo hablando con mi hermano, y me preguntó por qué tras tantos años ignorando a Michael Jackson, ahora me ha dado por escucharle de nuevo y llevar siempre en el mp4 canciones suyas. Por simplificar, le dije que soy una sentimental y que me gustan mucho sus canciones, y no di más detalles.
Pero luego lo estuve pensando un poco, y ya sé porqué la muerte de personas como Michael me afecta tanto, aunque no les conozca en persona.
Veréis, es que cuando uno es pequeño, va conociendo el mundo que le rodea y va cogiendo ciertos "puntos de referencia". Personas y personajes que para ti siempre han estado ahí y siempre van a estar.
Para un niño pequeño, que apenas sale de su barrio la mayor parte del año, la ventana por la que te asomabas al mundo era la televisión, y poco a poco ibas viendo personajes que se repetían y que al final iban influyendo en ti.
Yo nací en un mundo en el que existía un chaval jovencito que se hacía llamar el Príncipe de Bel Air; un mundo en el que encendías la tele y veías un erizo rosa llamado Espinete en Barrio Sésamo, incluso a Leticia Sabater presentando "Con Mucha Marcha".
Ramón García, incombustible, aparecía año tras año con las campanadas y el Grand Prix; Campeones y Chicho Terremoto compartían la pantalla con los Caballeros del Zodiaco, Punky Brewster con sus coletas y su ropa de colorines iba de la mano de Blossom, y el extraterrestre Alf comía gatos, mientras que la compañía Disney aún sacaba películas dibujadas completamente a mano.
En mi mundo, las gemelas Olsen actuaban como si fuesen un único bebé en Padres Forzosos, sin haber tenido aún anorexia, y Batman y Robin podían pegar tortas en la pantalla y aparecía un bocadillo como el de los cómics, en el que leías "¡CRUNCH!, ¡BOOM!" y cosas así; Robin Williams, en la película Hook, hacía de un Peter Pan que había decidido crecer y no recordaba Nunca Jamás, y Julia Roberts le acompañaba como Campanilla.
Indiana Jones, aunque llevase años en la pantalla, seguía en boca de muchos y era aún joven y tan sinvergüenza como siempre; la maquinaria de Star Wars estaba hecha con maquetas y no con imágenes de ordenador (más o menos falsas según el caso). En mi mundo, E.T. señalaba el cielo buscando la forma de volver a casa y volaba en una bicicleta por delante de la Luna. El mío era un mundo en el que aún podías cumplir años y que te regalasen un Telesketch.
En ese mundo, además de extraterrestres, también había algunas rarezas entre los humanos.
Los adultos son capaces de analizar esas cosas más a fondo, pero para el niño que eras entonces, esas rarezas eran tan sólo estrellas que brillaban algo más, entre todas aquellas personas que componían lo que tú considerabas "tu" pequeño mundo; simplemente existían, y no te cuestionabas el porqué. Michael Jackson quizá era la mayor rareza de todas. Pero allí estaba, allí había estado desde que tú llegaste al mundo, como todos los demás.
Y por eso mismo es por lo que ir perdiendo a esas personas me afecta tanto. Podría compararse al día en que el eternamente joven Will Smith, el Príncipe de Bel Air, empezó a tener canas. De alguna forma, ese mundo con el que yo crecí está cambiando, y ninguno de nosotros puede evitarlo.
Y parece absurdo decir esto teniendo 22 años, pero estamos cambiando de generación; cambiándola, además, por una generación de descerebrados que no saben freír un huevo y que se morirían de asco sin un iPod.
En ese mundo había personajes a los que estamos perdiendo poco a poco; se hacen más maduros, al tiempo que nosotros también vamos cumpliendo años. Sí, había personajes a los que no soportábamos (para ejemplos, Leticia Sabater), pero una cosa es no hacerles caso, y otra muy distinta, no tenerles por ahí pululando ni aunque se les quisiera hacer caso, no sé si me explico...
Es esa sensación de pérdida la que tengo; no específicamente por esas personas que desaparecen o van envejeciendo (que también), sino por lo que eso implica: que el mundo en el que nacimos también se va esfumando poco a poco con ellos. Y no sé a vosotros, pero a mí personalmente no me hace ninguna gracia.
Pero luego lo estuve pensando un poco, y ya sé porqué la muerte de personas como Michael me afecta tanto, aunque no les conozca en persona.
Veréis, es que cuando uno es pequeño, va conociendo el mundo que le rodea y va cogiendo ciertos "puntos de referencia". Personas y personajes que para ti siempre han estado ahí y siempre van a estar.
Para un niño pequeño, que apenas sale de su barrio la mayor parte del año, la ventana por la que te asomabas al mundo era la televisión, y poco a poco ibas viendo personajes que se repetían y que al final iban influyendo en ti.
Yo nací en un mundo en el que existía un chaval jovencito que se hacía llamar el Príncipe de Bel Air; un mundo en el que encendías la tele y veías un erizo rosa llamado Espinete en Barrio Sésamo, incluso a Leticia Sabater presentando "Con Mucha Marcha".
Ramón García, incombustible, aparecía año tras año con las campanadas y el Grand Prix; Campeones y Chicho Terremoto compartían la pantalla con los Caballeros del Zodiaco, Punky Brewster con sus coletas y su ropa de colorines iba de la mano de Blossom, y el extraterrestre Alf comía gatos, mientras que la compañía Disney aún sacaba películas dibujadas completamente a mano.
En mi mundo, las gemelas Olsen actuaban como si fuesen un único bebé en Padres Forzosos, sin haber tenido aún anorexia, y Batman y Robin podían pegar tortas en la pantalla y aparecía un bocadillo como el de los cómics, en el que leías "¡CRUNCH!, ¡BOOM!" y cosas así; Robin Williams, en la película Hook, hacía de un Peter Pan que había decidido crecer y no recordaba Nunca Jamás, y Julia Roberts le acompañaba como Campanilla.
Indiana Jones, aunque llevase años en la pantalla, seguía en boca de muchos y era aún joven y tan sinvergüenza como siempre; la maquinaria de Star Wars estaba hecha con maquetas y no con imágenes de ordenador (más o menos falsas según el caso). En mi mundo, E.T. señalaba el cielo buscando la forma de volver a casa y volaba en una bicicleta por delante de la Luna. El mío era un mundo en el que aún podías cumplir años y que te regalasen un Telesketch.
En ese mundo, además de extraterrestres, también había algunas rarezas entre los humanos.
Los adultos son capaces de analizar esas cosas más a fondo, pero para el niño que eras entonces, esas rarezas eran tan sólo estrellas que brillaban algo más, entre todas aquellas personas que componían lo que tú considerabas "tu" pequeño mundo; simplemente existían, y no te cuestionabas el porqué. Michael Jackson quizá era la mayor rareza de todas. Pero allí estaba, allí había estado desde que tú llegaste al mundo, como todos los demás.
Y por eso mismo es por lo que ir perdiendo a esas personas me afecta tanto. Podría compararse al día en que el eternamente joven Will Smith, el Príncipe de Bel Air, empezó a tener canas. De alguna forma, ese mundo con el que yo crecí está cambiando, y ninguno de nosotros puede evitarlo.
Y parece absurdo decir esto teniendo 22 años, pero estamos cambiando de generación; cambiándola, además, por una generación de descerebrados que no saben freír un huevo y que se morirían de asco sin un iPod.
En ese mundo había personajes a los que estamos perdiendo poco a poco; se hacen más maduros, al tiempo que nosotros también vamos cumpliendo años. Sí, había personajes a los que no soportábamos (para ejemplos, Leticia Sabater), pero una cosa es no hacerles caso, y otra muy distinta, no tenerles por ahí pululando ni aunque se les quisiera hacer caso, no sé si me explico...
Es esa sensación de pérdida la que tengo; no específicamente por esas personas que desaparecen o van envejeciendo (que también), sino por lo que eso implica: que el mundo en el que nacimos también se va esfumando poco a poco con ellos. Y no sé a vosotros, pero a mí personalmente no me hace ninguna gracia.
12 comentarios:
Ñoooñaaa ^^
Pero tienes razón, ahora somos de la generación anterir que conoció a Espinete, se emocionó con las peleas de los Power Rangers y se reía con el Príncipe de Bel-Air cuando Will era un tirillas :P jejeje. Esos recuerdos se guardan con mucho cariño, al menos por mi parte ^^
Y estoy contigo con respecto a las nuevas generacines aleladas que no saben lo que es cerca y lejos porque Coco no les enseñó, jeje.
Un beo, preciosa ;) (ñooooñaaa)
Ñoñaaaaaaaaaaaaaaa!!!
Pero me ha encantado la entrada!!
Por cierto, mi hermano dice que gracias por felicitarle mi cumpleaños en su movil. jajajaja
Sí, sí, si yo seré ñoña, pero me he rodeado de gente que también lo es :P no podéis negarlo...
Extremeño: qué rayada de capítulo cuando tenía que explicar lo que era "aquí" y "allí", madre mía, perdí un par de neuronas ^^U
Y por lo de la nueva generación... más vale que enseñemos mejor a los monitos que adoptemos, porque los niñatos que hay por ahí no tienen arreglo ya ¬¬*
MadHatter: sí, es que tengo los dos móviles como Biza y Biza2, y nunca sé a cuál escribirte xDDDD pero tomo nota ;p y para que conste, ¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!! ^0^
Que a sido de aquellos tiempos en los que sudábamos la gota gorda para entrenar a nuestros Pokémon hasta el nivel 100 y capturar a los más raros sin artimañas sucias. Ciertamente, el mundo está cada vez más lleno de mierda.
No se qué más decir, salvo que me gustaría ver menos Neanderthales por la calle y más gente normal.
Rwoy Ra Roy!!!
Sí, ¿no? Gente "normal" como nosotros :P jejeje
Pero estoy contigo, enano, los tiempos de los antiguosPokemon ya no existen, ahora cualquiera tiene un Mewtwo sin tener que buscarle desesperado ni gastar pokeballs como un loco, jeje.
Y Goblin, seremos ñoños, pero tú nos ganas ;) jeje
Roy: Sí, yo también echo de menos a los personajes de cuando empezó Pokémon... Adoraba a Brock xDDDD y los Pokémon aún no parecían digimons, cada uno tenía su carácter, no como ahora, que hay tropecientos mil y todos son iguales ^^U
PD/ nunca capturé al dichoso Chansey ¬¬* grrrrrrr...
Extremeño:Define "normal" ;p Si está claro, Thor nos cría y nosotros nos juntamos xD
Vale, soy la más ñoña de todos, eso os pasa por dejarme solita en vacaciones (cara digna).
Ah, por cierto... la primera canción que suena es "Neverland Landing", una que escribió Michael Jackson en una libreta en los años 70, y de la cual NADIE encuentra la letra original (hay algunos intentos, pero la letra no coincide)... si la veis por ahí, acordaos de mí y mandádmela, porfa, que por las partes que he entendido es preciosa ;)
ay qué nostálgica me has puesto!
Reina del Hielo: Bienvenida a mi mundo ^^U
Pero bueno, la nostalgia no siempre es mala, estos recuerdos, como dice el Extremeño, se guardan con cariño ^^
Un abrazo, guapa
Adorando los 80?? Eres de los nuestros...
www.punicheando.com
nos linkamos??
Dark MoMo: ¡por supuesto! ^^ linkado quedas
Juas, me siento vieja. Tego todos esos recuerdos aún vivos. Me acuerdo cuando durante añs seguidos les pedia a los reyes el megatransformer de los power rangers (nunca me lo trajeron) o aprendia a contar con el vampiro de barrio sésamo^^.
Un abraxuxo pa los viejos de mi calaña...(Ana, borja, y los demas que estais leyendo este comentario: No mireis pa atras que os halo a vosotros :P)
Bueno, bueno, que al menos fui demasiado joven como para acordarme de la Bola de Cristal :p
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