domingo, 12 de junio de 2011

Despedida de soltera


El estado de mi memoria a corto plazo cada día me preocupa más.... Os cuento:

El caso es que como mi prima se casa en julio y terminaba los exámenes el viernes, como yo, ayer nos fuimos de despedida de soltera. Fue un día bastante completito, la verdad.

(Un consejo a futuras esposas: si os organizan una despedida, no olvidéis ir con las piernas depiladas y con un bañador en el bolso. Puede ocurrir que vuestra despedida no tenga nada que ver con balnearios, parques acuáticos o fiestas de camisetas mojadas, pero nunca se sabe.)

Yo no sabía que mi prima tuviese algún tipo de problema con las drogas, pero por lo visto su cuñada, que lo organizaba todo, sí que lo sabía, porque decidió regalarle una visita a un centro de desintoxicación (más información aquí). Y como somos todas muy buena gente, decidimos hacer el mismo tratamiento que ella, para que supiese que tenía todo nuestro apoyo.
Por la mañana temprano nos peleamos con el GPS para llegar allí; no sé porqué esconden tanto este tipo de sitios, la verdad.

Al llegar pensamos que nos habían citado en una especie de mansión Playboy de estilo español.

Cuando por fin conseguimos encontrar todas el sitio (con media hora de retraso), nos atendió una mujer con pinta de necesitar urgentemente un tratamiento de desintoxicación. Casi flotó por el pasillo para llevarnos hasta los vestuarios.
Diez minutos más tarde, con el bañador puesto, comenzamos el circuito.


Al principio todo fue perfecto: nos metieron en una piscina calentita con burbujas por aquí y por allá, y salimos de allí pensando que las personas en tratamiento viven muy pero que muy bien... Ilusas de nosotras: después nos llevaron a auténticas cabinas de tortura para darnos duchas heladas. Porque la mujer decía que eran duchas de calor y frío, pero la realidad era que la ducha iba variando entre agua fría y agua gélida. Después de cada ducha, nos metían a una habitación llena de vapores asfixiantes en la que no se podía apenas respirar, y vuelta a las duchas frías.
Después nos hicieron caminar descalzas por un camino de piedras, para destrozarnos la planta de los pies. No sé para qué narices sirve esto, tengo la teoría de que es para que las enfermeras del centro se desternillen de los pacientes al verlos cojear por el pasillo.

Eso sí, el tratamiento fue súper efectivo: si tenía alguna duda sobre si consumir drogas en mis momentos de ocio, se me han quitado las ganas del todo.


Salimos del centro de desintoxicación con la tensión por los suelos, así que fuimos a reponer fuerzas a un restaurante italiano, antes de ir a buscar a los chicos (los de la despedida del novio, se entiende), que acababan de terminar su sesión de paintball, y que para cuando llegamos nosotras estaban cubiertos de moratones y jugando al pádel (para recuperar las fuerzas, supongo. Tenemos muchos policías metrosexuales y adictos al deporte en la familia).

Después de eso, nos fuimos a ducharnos a casa y a ponernos monos para por la noche, porque la última parada la hacíamos todos juntos, los del novio y las de la novia. No sin antes disfrazar a los novios de hawaianos (no pongo la foto por respetar la poca dignidad que aún les queda después de esto).
Reconstrucción mental del momento.

Aquí es donde fuimos a cenar. Era un restaurante con karaoke, tan recargado de colores chillones que por un momento pensé que el tratamiento de desintoxicación debía de tener algún efecto secundario sobre los sentidos.
En mi familia nunca han hecho mucha gracia los espectáculos de boys y demás, pero este sitio era muy normalito en ese aspecto (lo recomiendo si tampoco os gusta que os pongan ciertas partes de la anatomía humana a 10 cm de la cara).

La verdad es que nos lo pasamos muy bien... O eso creo. Recuerdo vagamente un drag queen haciendo de presentador (Goliat se llamaba), al novio sin camiseta (no hubo boys, pero con este chico sobraba, se machaca en el gimnasio y la novia salió con un cabreo del 15 porque todas las clientas de las otras despedidas se fueron contentas a casa), recuerdo que para beber sólo hubo lambrusco hasta que alguien le puso una escopeta en la cabeza al camarero para que trajese jarras de agua, recuerdo haber bailado y cantado a gritos subida a una silla (como todas, era un karaoke multitudinario)...

... Y poco más. Me he despertado en mi cama, con un collar hawaiano y un silbato de forma extraña al cuello, y la sensación de haber recibido una paliza.


Definitivamente, mi memoria a corto plazo cada día me preocupa más.

6 comentarios:

María Jesús Deza dijo...

¡Qué divertido! aunque no me apunto a la primera parte, pero a lo del Karaoke si que si

James dijo...

Bonito silbato cosa, tienes unos gustos peculiares XD

Luis Ed(Agramar) dijo...

No te preocupes,pronto te llegaran fotos a casa o al mail....hehehehe(risa maligna a lo Sir Lee)^^
Yo tengo por costumbre no ir a estos "eventos",ves cosas tan extrañas...

Goblinoide dijo...

Poison Ivy: La verdad es que lo pasamos muy bien, ya sabes adónde ir si tienes que organizar una ;p

James: nada de gustos, aquí nadie me pidió permiso para colgarme esa cosa xD tenías que ver qué pintas llevaba alguna con el silbato manchado de pintalabios (yo no lo usé)... Ugh.

Luis: Mientras sea al mail y no por Facebook o similares... xD que una tiene algo de amor propio, oye... no mucho, pero algo sí.
Bueno, la de los chicos fue un paintball, ya te digo, no fue tan rara... Todo depende de quién la organice y de si los novios se plantan y dicen "como haya cosas de mal gusto, me vuelvo a casa" :P

Un abrazo a todos ^^

tita hellen dijo...

Goblin, todavia puedes reinsertate, deja esas compañias, que no te convienen. Besotes

P.D. Me preocupas XD

laparca dijo...

¡Jo! Yo me quiero desintoxicar así xD