Repetitiva

Admito que a veces soy un pelín repetitiva. Vamos, que cuando doy un recado lo doy como 4 veces, hasta asegurarme de que el otro lo ha entendido. El Extremeño lo ha sufrido más que nadie, porque si hay alguien a quien le doy recados es a él (soy una mandona, y él no tiene mucha iniciativa, pero cuando se le pide algo lo hace sin quejarse... hacemos un buen equipo).

Normalmente tiendo a parar cuando él me pone su cara de "dame paciencia, porque como me des una katana..." En esos casos, asumo que ya ha comprendido el mensaje.

Sin embargo, hace un tiempo que se volvió más comprensivo con esta manía que tengo, y fue gracias a que vio a mi hermano en acción. Y es que si tengo la costumbre de repetirlo todo 40 veces es por culpa de mi hermano pequeño. Os cuento:

El otro día le mandé a comprar un paquete de macarrones.

-Pero compra macarrones, no espaguetis, que es para una ensalada de pasta, eh?
-Vaaaale.
Antes de salir fue a su habitación a por las deportivas, porque tenía puestas las zapatillas de andar por casa. Cando volvió, le repetí el mensaje:
-Macarrones, no espaguetis, no te confundas.
-Que síiiiii...
Mientras le daba el dinero, insistí:
-Que son para ensalada, ¿eh? No me vayas a traer espaguetis, que te conozco.
-¡¡Que sí, pesada!!
-Vale, vale... Ya me callo, pero no te confundas.
Mi hermano, algo escamado ya, salió por la puerta... Seguido de mí.
-Ah, Jorge...
-¿Qué?
-¿Te he comentado que quiero hacer ensalada de pasta y que si compras espaguetis en vez de macarrones te haré bajar otra vez?
Después de esto pegó un bufido y cerró de un portazo la puerta del ascensor. Pobrecillo, parece que estaba enfadado por algo (me pregunto por qué. Nunca se sabe con los adolescentes).

Unos 10 minutos después reapareció con el paquete debajo del brazo. ¿Adivináis lo que trajo?

Efectivamente: un paquete de arroz. Si cuando yo repito las cosas es por algo.