Fundas para libros

Bueno, el veranito va tocando a su fin, y de nuevo comenzamos los estudios o el trabajo, lo que corresponda... Y para afrontarlo con energía y más ganas, no hay nada mejor que prepararse para ello en condiciones.

En este caso, os traigo una idea que ya me viene rondando la cabeza desde hace un tiempo, pero nunca había encontrado una forma más o menos resultona de hacerlo: Fundas para libros.

Dicen que Madrid es la ciudad española donde más se lee. Esto, indudablemente, se debe a los largos trayectos que todo hijo de vecino debe hacerse en el metro.

Metro de Madrid: Donde Liberty perdió la lentilla.

Esto conlleva ciertos riesgos para nuestros queridos libros, por supuesto; por si no fuera poco con rozarse las tapas con el llavero en forma de erizo que todos llevamos en el bolso, también tiene que sufrir los efluvios propios de la metrópoli (¿sabéis lo que es sonarse la nariz y dejar negro el clínex?), y los golpes y empujones adicionales que puedan acontecer a causa de la gran cantidad de pasajeros que viajan a nuestro lado... Sin duda, la del libro es una vida dura.

Metro de Madrid: Vuela. Y de paso haz amigos. Quieras o no.

¡¡Pero todos estos problemas han llegado a su fin!! Porque ahora tenemos esta revolucionaria (y también muy mona, por qué no decirlo) ¡¡funda para libros!!
El complemento perfecto que puede confeccionarse a medida y que puede hacerse todo el mundo, con o sin máquina de coser ^^

Sólo necesitaremos medio metro de la tela o fieltro que queramos usar (no uséis una tela muy gruesa si vais a coserlo a mano), además de los útiles habituales (tijeras, hilo, boli para marcar las formas a recortar...).

Yo lo he sacado del blog Craftzine. Podéis ver allí las instrucciones ^^

Y por si os parece algo complicadillo, aquí os dejo también unas fotos de una versión más sencilla para hacer en fieltro; simplemente se recorta una única pieza, con la forma que veis en la primera foto (solapas incluídas; luego se doblan y se cose el borde de arriba y el de abajo, dejando así el doblez en el que meter las tapas del libro:

Este modelo, si os fijáis, tiene una particularidad: el borde derecho puede alargarse o encogerse si el libro es más grande o más pequeño ^^ Como no tiene marcado el canto del libro, no se nota si lo desplazamos un poco a la derecha o a la izquierda.
Su autora también le añade un marcapáginas.

Pues nada, intentadlo en casa, y seguro que vuestros libros lo agradecerán ^^