Cómo abrir una puerta

¿Cómo abriría una puerta un personaje de cada una de las distintas razas del mundo de Warhammer? Para saberlo, hemos hecho el estudio que sigue a continuación. Fácil y sencillo, amigos, para toda la familia... ¡si es que el que no abre su propia puerta es porque no quiere!

Los adoradores de los cuatro dioses del Caos :

Un adorador de Nurgle invocaría a su dios para que pudriese la puerta, la cerradura, y la piedra que hay alrededor de la puerta; una vez conseguido el favor, pasaría a través de los pútridos restos.

Un adorador de Tzeentch le pediría poder a su dios para crear un portal dimensional que atravesase la puerta y le permitiese ver qué hay al otro lado.

Un adorador de Khorne simplemente diría: "¿Puerta? ¿Qué puerta?", y a continuación se lanzaría con su hacha a destrozarla para poder pasar.

Un adorador de Slaanesh le pediría ayuda a su dios transformando a la puerta en un ser vivo con emociones y sentimientos; a continuación, usaría un llave de forma fálica, que introduciría por la cerradura hasta que la puerta se abriese por sí sola.

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Los Enanos, ante la dificultad del problema, empezarían a excavar un túnel paralelo que solventase el problema. Les llevaría diez años, pero bueno, el tiempo pasa rápido....

Los Altos elfos se reunirían en cónclave, expondrían el problema, y todos juntos decidirían enviar a un mago que realizase un conjuro de apertura (protegido este con dos docenas de lanzavirotes, por si acaso).

Un general No Muerto invocaría las almas de quienes construyeron la puerta y les obligaría a que la desmontasen.

Los skavens, viendo el problema, usarían a mil esclavos para abrir una galería auxiliar.

Los Orkos, ante tan tremendo dilema, se dedicarían a darse de cabezazos contra la puerta para encontrar una solución. Cuando la puerta se cayese de tanto cabezazo, ¡los orkos podrían afirmar que usaron la cabeza para pasar!

Los Goblins esperarían a que los orkos pasasen para ir luego ellos, preparados para correr si hubiese algo malo detrás de la puerta.

Los Elfos silvanos se postrarían a los pies de la puerta y se auto-culparían por no haber podido salvar la vida del pobre árbol con el que se hizo esta puerta.

El Bretoniano que llegase frente a la puerta se quedaría allí diciendo que ningún mortal deberá cruzar la puerta, ya que la dama del lago le ha encomendado esa misión.

Los Tileanos se apostarían frente a la puerta y exigirían un módica cantidad por proteger al infortunado en su paso a través de ella.

Los Enanos del caos se perdieron por el camino.

Los Elfos oscuros ejecutarían a cien esclavos para que Khaine les diese fuerza para derribar la puerta.

Los Halflings preguntarían si dan comida gratis al otro lado; En caso afirmativo, se lanzarían como posesos contra la puerta intentando ser los primeros; en caso negativo, simplemente se irían a otro sitio.

Los Saurios preguntarían a los eslizones qué hacer; estos se lo preguntarían a los Slann, que, aturdidos ante semejante dilema, mandarían construir un templo, reconociendo que la puerta es un símbolo de los ancestrales.

Los Humanos simplemente girarían el picaporte y pasarían al otro lado.