Nunca digas nunca
Sí, lo han conseguido ¬¬* Han conseguido, tras horribles torturas y constantes amenazas y extorsión mafiosa, que él se pusiese traje y yo llevase un vestido... Al menos vino como apoyo moral, y me lo hizo más fácil a mí.
Hubo grandes momentos, como cuando, estando ya en el jardín del restaurante, el fotógrafo que estaba haciendo fotos a los novios con los invitados vio con estupor dos borrones -uno con traje de chaqueta y gafas, perseguido por la otra, que corría con un bolso rojo arremangándose el vestido- pasando como una exhalación por detrás de los novios y los familiares de turno, cruzando a toda pastilla el salón del banquete hasta salir por la otra punta, y volviendo al punto de partida ^^U (qué queréis, el lagarto me chinchó y tuve que correr para pillarle... cosa que, por cierto, no conseguí)
Dejo aquí la evidencia de los trajes para que luego no me digáis que no os he enseñado fotos :P Aquí estamos los dos, esperando a que la novia salga de casa para ir a la iglesia.
PD/ Odio las bodas.
PD2/ Mucho.
2 comentarios:
qué guapos estais los dos!
Monisimos... pero cuidado, de una boda sale otra!
Me pita el oido izquierdo... porque será? XDDD
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