Grandes clásicos de ayer y hoy

En la misma línea de otros posts en los que he mencionado algunas de esas cosas que, quien más, quien menos, todos añoramos de la infancia, mi pequeño homenaje de hoy es para dos grandísimos personajes que acompañaron mi niñez: Terence Hill y Bud Spencer (podéis pinchar en sus nombres para leer sus biografías).

¿Quién no conoce a esta pareja tan entrañable, a lo Astérix y Obélix? Terence Hill, el astuto y manipulador con la sonrisa de pillo perenne en la cara, siempre metiendo en líos al brutote y cascarrabias (pero buenazo) de Bud Spencer; dos cracks que lo mismo valían para vestir un esmoquin, o trapos sudados que uno intuía que llevaban un mes sin lavar. Menos mal que los olores aún no se perciben en las películas.

Pero no sólo se hicieron famosos por pegar tortas; ahí donde les veis, Carlo Pedersoli (Bud Spencer) fue tres veces olímpico (echad un ojo a su biografía), y Mario Girotti (Terence Hill) empezó a actuar sólo con 12 añitos, y aún sigue en el mundillo. Otro dato curioso es que Bud Spencer eligió este pseudónimo porque le gustaban Spencer Tracy y la cerveza Bud, y Terence Hill, por conservar las iniciales de su madre (Hildegard Thieme) y por el comediógrafo romano Publio Terencio Afro.

Bud y Terence protagonizaban películas de guiones más bien sencillos, basados principalmente en sacar tajada estafando a los otros personajes (esto lo intentaba Terence), y en repartir mamporros (esto lo hacía sobre todo Bud Spencer, para sacar a Terence del lío que había montado).
Películas simples y contundentes, sí. Pero ¿qué niño necesitaba más? A mí me encantaban. Y es que, si Chuck Norris es lo más parecido a Dios, Terence Hill y Bud Spencer eran los puños izquierdo y derecho de Dios. Eso es difícil de superar.
Aaaaaah, cuántas tardes de risas nos regalaron estos dos... Podía pasar las tardes enteras pegada a la tele cuando echaban una película suya, ¿vosotros no? ^^

Para mi alegría, últimamente he visto que están reponiendo sus películas en la tele (sí, parece ser que queda confirmado: las de "Solo en Casa" se les han rayado definitivamente y están tirando de otras opciones para rellenar la programación). No sabéis lo bien que sienta el desayuno por las mañanas viendo estas películas añejas.
Algunos quizá dirán que son violentas y que "vaya modelos estamos dando a los niños". Pero yo, pese a haber crecido con el Sr. Miyagui (de él hablaré otro día, por cierto), con Bud Spencer y con Terence Hill, aún no he matado a nadie. Y personalmente no me gustaría que mis hijos creciesen en un mundo en el que no quede sitio para personajes como Spencer y Hill. Por Thor, ¿qué mundo sería ese? (O.O) No quiero ni pensarlo... Probablemente los Jonas Brothers serían la autoridad mundial. Argh.