Mundodisco

Hoy vengo a presentaros algo especial. Se trata de una tortuga inmensa que cruza el cosmos con cuatro elefantes a cuestas, que llevan sobre sus lomos el disco del mundo, adornado con una catarata a todo lo largo de su perímetro. Esta tortuga se llama Gran A'Tuin, y transporta el diveridísimo mundo de Mundodisco.

Los cosmólogos han discutido durante siglos acerca del gran enigma de si Gran A' Tuin es macho o hembra, e incluso se han llevado a cabo expediciones colgando a los expedicionarios de grandes grúas por el borde del Disco, pero, pese a haber vuelto con gran cantidad de detalles sobre la tortuga y los cuatro elefantes, el misterio del sexo de Gran A' Tuin sigue sin ser desvelado. Esto plantea un serio problema teologico y social, claro.

Terry Pratchett es el orgulloso (y chiflado) autor de la saga de Mundodisco. Y si hoy este post está en mi blog es porque entre las páginas de sus libros se encuentran joyas destrozaneuronas de la categoría de las que os dejo más abajo ^^ Espero que las disfrutéis tanto como yo... He añadido algunas que no son estrictamente de Mundodisco, pero son del mismo autor y no tienen desperdicio ;)

(PD/ sí, la Muerte siempre habla en mayúsculas, no es que se me haya ido el dedo a la tecla equivocada :P)

Si queréis conocer más sobre Mundodisco, podéis empezar por la página web de La Concha de Gran A'Tuin.

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La persona que había al otro lado era una mujer joven. Muy obviamente una mujer joven. No había forma posible de que nadie la confundiera con un hombre joven en ningún idioma, especialmente en braille.

La gente lleva cientos de años creyendo que los renacuajos en un pozo significan que el agua es fresca y potable, y en todo ese tiempo nunca se han preguntado si los renacuajos salen de allí para ir al servicio.

La gente que no necesita a la gente necesita tener gente cerca para que sepa que son de la clase de gente que no necesita a la gente.
Era como los ermitaños. No tenía sentido congelarse los cataplines en lo alto de una montaña mientras se entraba en comunión con el Infinito a menos que hubiera garantías de que un montón de jovencitas impresionables iban a venir de vez en cuando a decir "¡Caray!".

"Las mascotas son siempre de gran ayuda en tiempos de estrés. Y en tiempos de hambruna también, por supuesto".

Rincewind: ¿Es cierto que las vidas de las personas pasan delante de sus ojos cuando van a morir?
Muerte: NO, NO LO HAS ENTENDIDO. LAS VIDAS DE LA GENTE SÍ PASAN DELANTE DE SUS OJOS ANTES DE MORIR. EL PROCESO SE LLAMA "VIDA".

Nunca, jamás debías presentarte voluntario. Ni siquiera si un sargento se plantaba allí y decía: 'Necesitamos a alguien para beber alcohol, botellas de, y hacer el amor, apasionadamente, a mujeres'. Siempre había una trampa. Si un coro de ángeles dijera que los voluntarios para el Paraíso dieran un paso al frente, Nobby era lo bastante listo como para dar un hábil pasito hacia detrás.

El consenso parecía ser que si se enviaban números realmente grandes de hombres a tomar la montaña, entonces podrían sobrevivir a las rocas los suficientes como para tomar la ciudadela. Ésta es esencialmente la base de todo el pensamiento militar.

Ocho años en la industria nuclear me han enseñado que cuando no hay nada que pueda ir mal y todo imprevisto ha sido considerado, entonces es el momento de comprar una casa en el continente de al lado.

-Me asustan los suelos.
-Querrás decir las alturas-, dijo Conina-. Y deja de hacer el tonto.
-¡Yo sé bien lo que quiero decir! ¡Son los suelos los que te matan!

El Gremio de los Alquimistas está enfrente del Gremio de los Jugadores. Normalmente. En ocasiones está encima de él, o debajo de él, o cayendo a trozos a su alrededor.
La mayoría de los alquimistas eran gente muy nerviosa, de todas formas; les venía de no saber lo que haría a continuación el vial lleno de líquidos burbujeantes con el que estaban experimentando.

Algunas religiones de Ankh-Morpork todavía practicaban el sacrificio humano, aunque realmente ya no necesitaban practicar más porque eran muy buenas en ello.

"Suerte es mi tercer nombre", dijo Rincewind. "Eso sí, mi segundo nombre es Mala".

A Rincewind le habían dicho que morir era como entrar en otra habitación. La diferencia es que cuando se grita: "¿Dónde están mis calcetines limpios?", nadie responde.

El viejo chamán dijo cuidadosamente: "No acabas de ver a dos hombres pasar cabeza abajo en una escoba y gritándose el uno al otro, ¿verdad?". El chico le miró. "Por supuesto que no", dijo. El anciano suspiró aliviado. "Gracias a los dioses", dijo. "Yo tampoco".

Por supuesto, el mero hecho de haber oído un grito aterrador y escalofriante del tipo que hace que la misma médula se te hiele en los huesos no significa automáticamente que algo vaya mal.

A veces es mejor encender un lanzallamas que maldecir la oscuridad.